sábado, 15 de agosto de 2009

Un día cualquiera

Suena el despertador, me hago el remolón. Vuelve a sonar, son las 7:27h, me levanto y me doy una ducha con agua "del tiempo", o sea fría. A los ecologistas, si queréis ahorrar agua, nada como el agua fría. Me asomo a la terraza, siempre amanece nublado pero a lo largo del día se anima.

Un buen desayuno, aunque con leche en polvo porque la normal es carísima, y a preparar actividades para los chavales. Las actividades las preparamos Valle, una chica extremeña que controla de animación sociocultural, y yo,aunque en honor a la verdad, es ella la que más ideas propone. Sobre las 11:00 empezamos las actividades en el Foyer Don Bosco, que es un edificio a unos 5 ó 10 minutos en moto de mi "casa", el Centro Magone.

En el Foyer trabajamos directamente con los chavales que están acostumbrados a vivir en la calle y que vienen normalmente del mercado de Cotonú. En el mercado de Danktopá, que así se llama, hay monitores y una caseta para hacer de alfabetización y algún juego, los monitores dan paseos por el mercado hablando con los chavales y comentándoles que si quieren pueden pasar por la caseta para estudiar un poco, dormir, o comer algo.

Si empiezan a interesarse pueden ir a Porto Novo por sus propios medios y se les acoge en el Foyer.Las actividades que hacemos son tipo manualidades, teatrillos, juegos... Los niños suelen estar desencantados y a veces son bastante cerriles, se suelen pelear bastante y si se enfadan ya no miran a nadie a la cara en 2 horas, pero en cuanto empiezan a pintar,recortar, les dices 4 veces Bon travail (Buen trabajo), y les sonríes otras 4,se animan, se lo pasan muy bien y te cogen de la mano y te abrazan tremendamente contentos. Son niños con mucha falta de cariño pero con muchas ganas de darlo y recibirlo.A veces se dan situaciones muy simpáticas pero otras no lo son tanto.

Alguna mañana, cuando saco algo de tiempo miro unos temillas de unos talleres y un poquillo sobre los consumos de agua y electricidad del centro,a ver si podemos ahorrar un poquillo y poner algunas cosas en orden, aunque esto es más bien secundario.

Cuando terminamos los juegos nos vamos a comer al Centro Magone, donde van los chavales ya más estables en cuestión de conductas, hábitos, etc.para empezaron o retomar la escuela o como aprendiz en un taller según sea el caso. Por las tardes apoyo un poco a los monitores con las clases de Física, Matemáticas e Inglés. Y así poco va pasando la tarde, luego un partidillo a fútbol, lavar la ropa o hacer cualquier cosa.
Con el francés me voy apañando, ya no hablo tan a estilo indio y más o menos va bien, la pronunciación es lo más complicado porque aquí, como el francés no es su lengua materna, cada uno tiene su acento y no sé muy bien a quién imitar, pero la gente te entiende porque siempre están dispuestos a adivinar qué narices quieres decir.

Aquí se cena pronto, el sol es el que manda, y anochece temprano, nos bajamos al banco y hablamos un poco sobre lo que surja,algún día vamos a un bar que hacen teatro africano, o leyendo algún libro.






1 comentario:

  1. ¡Que grande eres Eve, en Pamplona, en Benín o estés donde estés!

    Me das una envidia sana..., y muchas cosas de las que leo me recuerdan a Moçambique. Ya te veo con los pantalones de capulana, jeje. Sigue disfrutando de la experiencia y gracias por compartirla con nosotros.

    Un fuerte abrazo,


    Maitetxu

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