En el Foyer trabajamos directamente con los chavales que están acostumbrados a vivir en la calle y que vienen normalmente del mercado de Cotonú. En el mercado de Danktopá, que así se llama, hay monitores y una caseta para hacer de alfabetización y algún juego, los monitores dan paseos por el mercado hablando con los chavales y comentándoles que si quieren pueden pasar por la caseta para estudiar un poco, dormir, o comer algo.
Si empiezan a interesarse pueden ir a Porto Novo por sus propios medios y se les acoge en el Foyer.Las actividades que hacemos son tipo manualidades, teatrillos, juegos... Los niños suelen estar desencantados y a veces son bastante cerriles, se suelen pelear bastante y si se enfadan ya no miran a nadie a la cara en 2 horas, pero en cuanto empiezan a pintar,recortar, les dices 4 veces Bon travail (Buen trabajo), y les sonríes otras 4,se animan, se lo pasan muy bien y te cogen de la mano y te abrazan tremendamente contentos. Son niños con mucha falta de cariño pero con muchas ganas de darlo y recibirlo.A veces se dan situaciones muy simpáticas pero otras no lo son tanto.
Alguna mañana, cuando saco algo de tiempo miro unos temillas de unos talleres y un poquillo sobre los consumos de agua y electricidad del centro,a ver si podemos ahorrar un poquillo y poner algunas cosas en orden, aunque esto es más bien secundario.
Cuando terminamos los juegos nos vamos a comer al Centro Magone, donde van los chavales ya más estables en cuestión de conductas, hábitos, etc.para empezaron o retomar la escuela o como aprendiz en un taller según sea el caso. Por las tardes apoyo un poco a los monitores con las clases de Física, Matemáticas e Inglés. Y así poco va pasando la tarde, luego un partidillo a fútbol, lavar la ropa o hacer cualquier cosa.
Con el francés me voy apañando, ya no hablo tan a estilo indio y más o menos va bien, la pronunciación es lo más complicado porque aquí, como el francés no es su lengua materna, cada uno tiene su acento y no sé muy bien a quién imitar, pero la gente te entiende porque siempre están dispuestos a adivinar qué narices quieres decir.
Aquí se cena pronto, el sol es el que manda, y anochece temprano, nos bajamos al banco y hablamos un poco sobre lo que surja,algún día vamos a un bar que hacen teatro africano, o leyendo algún libro.
¡Que grande eres Eve, en Pamplona, en Benín o estés donde estés!
ResponderEliminarMe das una envidia sana..., y muchas cosas de las que leo me recuerdan a Moçambique. Ya te veo con los pantalones de capulana, jeje. Sigue disfrutando de la experiencia y gracias por compartirla con nosotros.
Un fuerte abrazo,
Maitetxu