Al poco tiempo de aterrizar en Benín, un amigo mejicano me dijo:"Al llegar a África, quieres escribir un libro, cuando llevas seis meses, quieres hacer una película, y cuando llevas un año, ya no quieres ni hablar". Todavía le estoy dando vueltas, pero poco a poco vislumbro que conforme te vas adentrando en algo, comprendes más cosas, que a su vez resultan más difíciles de explicar y se amplía la distancia entre tu explicación y la sencillez.
Esa sensación de enmarañamiento, de ser simplista, de no estar contando la verdad, o de la imposibilidad de resumir una realidad, es la responsable de que dejemos de escribir, grabar o hablar sobre algo. Algunos dirán que debemos continuar, porque siempre aparece alguien con la suficiente lucidez para comprender y explicar la realidad. Yo no es que sepa mucho de física, y menos de relatividad, pero hasta con algo tan complicado, llegó un día un tío y dijo E=mc2, y ahora hacemos hasta camisetas con la formulita.
¿Continuamos? Depende, todo es relativo, porque al fin y al cabo, ¿quién sabe que está en lo cierto?.
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